El Buda Muere. Se desprende.

Mas que una muerte, un acto de liberación. En nuestra óptica la muerte es cesación. Sabemos que El Buda, era un ser especial, por lo tanto su muerte, fue también excepcional. Durante muchos siglos, se ha estudiado su verdadera naturaleza.
Sus primeros discípulos, siempre preguntaban: "¿Señor, después de la muerte, el Tathágata existe, no existe, ambos casos o ninguno?" y él siempre ofrecía la misma respuesta: "No resulta pertinente decir que un Buda existe después de la muerte. No es apropiado decir que un Buda no existe después de la muerte. Tampoco lo es decir que un Buda, tanto, existe (en un sentido) como no existe (en otro) después de la muerte. No es apropiado decir que un Buda ni existe ni no existe después de la muerte. Cualquier forma de explicar o describir la cuestión resulta inapropiada". Estado de El parinirvana. Tradicionalmente en el Budismo, se denomina Parinirvana al estado que se dice que alcanzó el Buda. Pari-Nirvana es la unión de dos palabras: Nirvana que en Pali significa iluminación y Pari quiere decir “suprema”. Es decir que Parinirvana quiere decir La Suprema Iluminación. Existe por lo tanto, una diferencia entre estos dos conceptos. Veamos: Al Buda alcanzar el Nirvana, se dice que este es un “Nirvana con Residuo”, y es porque aún existe un cuerpo físico. Parinirvana es conocido como el “Nirvana Sin Residuo” porque ya no hay cuerpo. Puede ser un poco complejo, pero la diferencia está en el cuerpo físico. Aun asi, el Nirvana es el mismo en ambos puntos. Un Esfuerzo Mas Pocos días antes de su partida física, el Buda se encontraba en Vaishali en su acostumbrada peregrinación, cuando sintió los agudos dolores provocados por su enfermedad. Pero por su mente y su corazón solo pasaba un deseo, terminar su Gira de Despedida, por lo que se recuperó satisfactoriamente. Ananda siempre fue su gran compañía, amigo y discípulo fiel, por eso en aquella ocacion le dijo “Mi viaje está alcanzando su final. Del mismo modo que una carreta vieja sigue rodando al ser sostenida por unas correas, este cuerpo sólo puede continuar andando si es sujetado por unas correas. No obstante, mi vigor mental y espiritual no han disminuido". Todas las cosas condicionadas sufren deterioro, por lo que su cuerpo ya mostraba mucho desgaste, pero su mente estaba más allá de la vida o la muerte. Deja a sus queridos discípulos en Vaishali y emprende una travesía por las poblaciones cercanas para ofrecer aliento y esperanza en sus últimas palabras. Su muerte ya estaba muy cerca y los dolores eran muy intensos, pero aun así, sus palabras seguían siendo fuertes y su interés por los demás brillaba con su presencia. Las escrituras dan cuenta de su elevada conciencia, su lucidez y su voluntad de hierro, de cómo no perdía detalle de su entorno. Dejo sentadas las bases doctrinales, los lugares de peregrinación y dio instrucciones finales a la sangha. En la aldea de Pava comió por última vez, esa cena fue preparada por Chunda, un herrero de la zona, comida que le sentó muy mal, le produjo una severa disentería. Con las pocas fuerzas que le quedaban, se dirigió a Kushinagar. En el camino, descansa junto a un rio y le pide a Ananda que le diera aliento y confortación a Chunda, pues este se sentía culpable por su complicación, El Buda le dijo que no era responsable por los daños que le había causado aquella comida. Buda dijo estar muy feliz por haber recibido aquella comida antes del Parinirvana, y agregó que ese era un acto muy meritorio. Palabras Finales de El Buda Un árbol como símbolo de progreso y espiritualidad, El Buda nació, logro la iluminación y alcanzo el Parinirvana bajo un árbol. Estos lugares son de peregrinación, están rodeados de flores y altares. En Kushinagar se encuentra el altar del parinirvana. Ananda describió a este pueblo como “Un triste pueblo de casuchas” y fue allí donde El Buda decidió morir. Este evento no fue casualidad, en este pueblo, los aldeanos habían construido un canapé de piedra entre gigantes árboles para que los ancianos, se sentaran a conversar. Fue en este canapé, donde El Buda se sentó por última vez y dio sus instrucciones para su funeral. Ananda se sintió muy triste y lloro casi sin consuelo, al notar esto, el Buda lo llamó diciéndole: “Es suficiente, Ananda. No te pongas así. Tarde o temprano tenemos que desprendernos de todo lo que más queremos. Durante mucho tiempo y de manera desinteresada has mostrado un gran cariño por mí, a través de tus acciones, tus palabras y tus pensamientos. Mantén viva tu práctica y alcanzarás la liberación de todos los obstáculos”. Fue allí, frente a los mojes, que el Buda destaco las Virtudes de Ananda. Hablo luego de la disciplina monástica. Invito a esos monjes a que aclarar las dudas sobre las enseñanzas. Nadie pregunto. Luego de un largo silencio Buda exclamo con gran emoción: “La decadencia es inherente a todo lo condicionado. ¡Con atención consciente, mantengan el esfuerzo!” Luego medito, y murió. Escena Final. Imagínate una escena muy hermosa y de gran poder. Arboles de sala, altos y delgados, cada uno sontiene una corona de verdes hojas, Se le ilustra en un hermoso bosque, entre árboles de sala, altos y delgados, que sostienen, cada uno, una corona de hojas verdes y anchas con blancas flores y alrededor sus discípulos. Sus seguidores vestidos con hábitos de color azafrán están sentados alrededor. Se desprende una lluvia de flores, y hay muchas personas, Brahmanes, ministros, campesinos, príncipes, ascetas, adoradores del fuego, shivaistas, comerciantes, mercaderes, también una gran cantidad de animales, elefantes, cabras, venados, caballos, perros, ratones y pájaros, todos ellos, listos a despedirlo. Todos están sumidos en una tristeza profunda, Hasta los animales están llorando. Solo unos pocos discípulos no lloran los que están sentados muy cerca del Buda y un gato. Los discípulos más próximos permanecen tranquilos. Son capaces de percibir más allá del cuerpo físico y saben que el cambio del nirvana al parinirvana no es un cambio. Se Celebra el parinirvana del Buda Todos los años, en febrero, cada budista del mundo, conmemora esta fecha. Aquí se aprecia el gran valor de la herencia del Buda. Se hace reflexión sobre la muerte y sus enseñanzas, sobre la experiencia del desprendimiento y su aspecto intrínseco de nuestra naturaleza viva. Esta fecha y este evento, nos recuerdan que debemos renovar nuestra práctica de meditación por completo, reconociendo la realidad de la muerte, siempre presente. La presencia de la muerte, debe dirigirnos a un estado de alegría y realización, a una actitud mental positiva. La mente debe estar tranquila. Es imprescindible tener valor, pero también es necesario sentir una paz interior. Contemplamos la precariedad de la vida y comprendemos que la muerte puede ocurrir en muy diversas circunstancias. Ni la salud ni la juventud son garantía de larga vida. No existe un patrón de condiciones específicas que nos mantenga a salvo. La muerte no se rige de acuerdo a ciertas condiciones. No hay una hora o temporada en la que podamos estar seguros. Realmente no existe una barrera entre nuestra persona y la muerte, a ninguna hora y en ningún lugar. Por lo tanto, éste puede ser un tema de reflexión bastante sobrio. Es general, todos moriremos, grandes o chicos, famosos o anónimos, todos moriremos. Ninguno se escapara de la muerte. Nada nos pertenece, todo es prestado. Todos, incluido al Buda, tenemos que morir. Fuente: Sangharákshita, Quién es el Buda, extracto del capítulo 8, Fundación Tres Joyas. Adaptación: Anzan Rico López. Corrección: Ananda Jumin. Contacto 3015850039 - 3192960318 - 3506909851 Colombia

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